domingo, noviembre 1

[Entrevista] Garish Room Vol.20 — Uruha

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Créditos: haruurara-kazan||Tumblr
Español: theGazettE [paraguay] 
—¿Qué piensas de la gira mundial 2013?
Ya que no salíamos hace tiempo, me había olvidado por completo de la experiencia pasada y la más antigua no era nada buena. "¿Oh ok? Me gustó..." (risas). Solo presté atención al hecho que hace 6 años fui a Europa con solo una guitarra y un par de pedales. Esta vez estuve con casi la misma cantidad de equipamiento que en una gira nacional. Comparado con la última vez fuimos capaces de dar un concierto en un ambiente encantador y mi motivación ha aumentado notablemente.

—Fue bueno que surtiese efecto. Antes de esa gira, participaron en dos festivales, el ruso y el japonés, KUBANA FEST y SUMMER SONIC.
KUBANA FEST fue muy bueno. Ya que era en un gran lugar abierto, se reunieron cerca de veinte mil espectadores. Esperar nuestra presentación nos tomó 11hs, pero en Rusia el sol tarda en irse, pero esa vez anocheció rápido y en cierto sentido, esa es la mejor hora, digo (risas). Por otra parte, la audiencia estaba con un ánimo ardiente, y el movimiento no cesó ni por un minuto. En el SUMMER SONIC actúan a menudo mis artistas favoritos occidentales, por lo que es un placer. Con todo lo demás, esta vez nos quedamos muy satisfechos con esta presentación y la reacción de la audiencia fue buena. Fuimos capaces de romper nuestra zona de confort y tomar una llamada desde afuera, esta preciosa oportunidad. Pensando en ello, quiero seguir presentándome en festivales.


—Mirando hacia adelante con sus presentaciones. Hablemos de la gira mundial. La primera parte de su recorrido la tuvo México y luego Sudamérica.
Como en Sudamérica, tuve la sensación de que fuimos bautizados al momento de llegar a México. En el aeropuerto, un montón de gente apareció increíblemente, fue algo... Cuando hablamos por primera vez de América del Sur estábamos entre estos sentimientos: "He oído que a los músicos en Brasil se les reciben cálidamente, ¿pero México realmente están conscientes de nosotros?", "¿nos escuchan ahí?". Pero cuando llegamos y nos dieron tan ardiente bienvenida no sabíamos qué pensar "¿Cómo ganamos tanta popularidad aquí?". Tal vez la recepción era un poco apasionada, así que estaba un poco asustado (risas). Si México es un país pro-japonés, no sé, pero los fans de the GazettE están llenos de pasión (risas).

—Parece que son muy escuchados allí. Sin embargo, los viajeros a menudo advierten sobre la comida y agua mexicana.
Sí, nos aconsejaron encarecidamente no beber agua del grifo. Soy el tipo de persona que se enoja ante tanta precaución. En la habitación dejaron agua mineral por adelantado, pero yo usaba agua del grifo al cepillarme los dientes por ejemplo.

—¡Vamos, eso es desagradable!
Nada de eso. De la misma manera me dí una silenciosa ducha en el hotel. No sentía la más mínima dolencia, ya que ese día fuimos a las pirámides de Teotihuacan. Quizás es un lugar energéticamente poderoso. Se sienten como producciones de calidad extraterrestre (risas).

—Bueno, si tú dices, calidad... (risas). ¿Los conciertos fueron tan alucinantes?
No es la palabra. Incapaz de captar el estado de ánimo, el público se salió de camino y se veía tan inocente. Todo el mundo escuchaba sus sentimientos y seguían el concierto a su manera. En este sentido, puedo notar la diferencia de culturas y mentalidades. A menudo pensaba en las situaciones en las salas de Japón, mientras viajaba. Sin embargo, con esta idea al final, a pesar de que todos los países se desenvuelven de manera diferente en cada uno el entusiasmo increíble está en llamas.

—Qué interesante. Luego de México fueron a Chile y Argentina, sumergiéndose en el continente.
Como se desarrollaron los acontecimientos, sabía de antemano algo sobre la seguridad pública de Chile. De hecho, las murallas pintadas con graffiti, y el aire oliendo a peligro. A pesar de esto, disfrutamos el concierto. El lugar donde nos presentamos en Chile fue construido durante la era Taisho en Japón, todo apunta a que fue diseñado para combates de boxeo y era como una mini versión de Budokan. Se veía majestuoso, la iluminación y otros detalles eran bastantes viejos, pero sin embargo cómodo. Por lo tanto, puedo decir que Chile pudo agarrar la ola correcta.

—Creo que ganaron una valiosa experiencia a través de los conciertos e incluso los ratos libres que pasaron en esos países inexplorados.
Sin embargo, luego de Chile, Argentina era más aterrador. Dijeron que hay zonas en donde incluso los niños portan armas. En Argentina estábamos filmando, pero el director eligió el lugar diciendo: "Filmaremos en las afueras de la ciudad al borde de los tugurios". Me filmaron cerca del río, que parecía el peor lugar para ir, donde inmediatamente se obtienen problemas. "¿Por qué aquí?" (risas). Rodamos en apuro, pero en medio del rodaje el coordinador local nos dijo: "Esto no va a terminar bien" y gritó "¡Tengan cuidado!" y agitando sus brazos "¡Bien, finalicemos!" el operador seguía filmando (risas). Ahora lo recuerdo con una sonrisa pero fue realmente aterrador.

—Bueno, todo eso ya pasó. La última batalla de la primera mitad del tour fue el conocido por su temperamento fogoso, Brasil.
En Brasil fue muy cool. Al momento de llegar al aeropuerto, y cuando llegamos a la sala de conciertos, había tal multitud de fans que la valla cedió. Me parecía que en realidad nos convertimos en estrellas (risas). Y como el ardor de los fans era diferente de Chile y Argentina, fue un poco molesto (risas). El concierto resultó ser impresionante. Los brasileros en sí los son, sin embargo, daba la impresión de que no sabían qué hacer cuando empezaba el concierto. Pero fueron desenvolviéndose... creo (risas).

—Parece que perciben el rock de una manera inusual y amaste la gira por Sudamérica.
Sí mucho. Al principio, no me hizo mucha impresión, pero vale la pena estar allí por un buen rato y te atas a eso. Por otro lado, la comida Mexicana era desagradable. Era impresionantemente fuerte. Vi algo de pasta verde y decidí que era aguacate pero el ardor era irreal (risas). No diría que se trasladaron a un nuevo nivel de percepción visual, pero es imposible ponerlo en palabras (risas). Pero sabes, quiero intentarlo de nuevo. Porque ese picor va excelentemente con cerveza. Cuando la gira en el Centro y Sur de América terminó, me dí cuenta que el tiempo pasó volando. Y ahora tiembla en mí el deseo de volver.

—Tal vez el hecho de que es un lugar perfecto Uruha-san. Al regresar a casa de Brasil y sin tiempo para relajarse, fueron a la segunda parte de la gira, la ronda de batalla europea empezó.
Volvimos y tuvimos un día libre, pero muy pronto volamos a Francia. Fue duro. Sin embargo. tuve la oportunidad de continuar el camino debido al hecho de llegar a casa y relajarme un poco. Además la gira por Europa difiere de la de Sudamérica y fui preparado. Luego de llegar al lugar, nos sentamos en el autobús, luego fuimos al hotel, luego a la zona del concierto, tocamos... este círculo repetitivo parece una gira normal japonesa y fue bastante aburrido. A diferencia de Sudamérica donde el impacto agitado se alinea en una cadena y los recuerdos están profundamente grabados en mi memoria, en Europa, pacíficamente nos arrastramos por la ciudad (risas). Los europeos son los suficientemente corteses por lo que no iba en tropel y casi no hubo casos de fans viniendo al hotel. Al entrar en el club, tuve una sensación vigorizante. Los fans europeos solo miran. Al principio, en el aeropuerto de Francia, también fue algo agradable, todos ellos mantuvieron distancia y agitaron sus manos para nosotros. Algo similar a Japón y muy diferente del Centro y Sur de América.

—Debido a que de inmediato fueron de una parte del mundo a otro, han sentido fuertemente el contraste. En la gira en el extranjero tuvieron que moverse mucho entre ciudades ¿Cómo pasaste el tiempo durante el viaje?
Escuchando música, jugando. Además, grabamos en vídeo cada concierto y durante los viajes en autobús lo examinábamos. Esta vez tuvimos el lujo, en el bus, era enorme y había camas en el primero y en el segundo piso un lugar similar a un vestíbulo bastante amplio, con sofá, escritorio y TV. Conectamos la videocámara y vimos juntos grabaciones de conciertos. Fue toda una casa rodante, muy cómoda.

—Algo que probablemente solo experimenten en el extranjero. Cuando fueron a Europa hace seis años, floreció un boom de visual kei y anime ¿Sigue reinando ahora esa situación?
La última vez tuvimos un evento dentro de una tienda de anime. Son estrechamente asociados. Pero esta vez, no hemos notado nada, ni fans con cosplay.

—En otras palabras esta vez fue todo lo contrario y ¿se puede decir que todos los espectadores eran fans de the GazettE?
Sí, claramente se puede ver la diferencia. En todas partes antes de empezar los conciertos llamaban juntos a the GazettE y durante ellos se soltaban totalmente. El llamado "boom cultural" se calmó un poco, pero el amor por the GazettE, se siente justo en la piel. Sin embargo en Europa no se veía como si pusiesen toda su fuerza en los conciertos, por lo que pensamos que estaban bajas y no las conseguíamos. Debe ser porque fuimos por segunda vez. En América Central y del Sur nos recibieron cálidamente, pero todavía hay un montón de cosas confusas, y si tal vez vamos de nuevo el rábido entusiasmo no estará presente. En este sentido es importante cada vez que pisamos el mismo rastrillo.

—Qué pensamiento profundo. La gira mundial ayudó a darte cuenta de muchas cosas.
Cierto. Maduramos desde la última vez y nuestra visión de las cosas ha cambiado. Esta vez hemos tratado cada país no solo como un lugar donde damos un concierto sino como un país independiente como tal. Por ejemplo, cuando fuimos a América Central y del Sur, pudimos sentir claramente la diferencia de culturas y costumbres y prestar atención a la seguridad pública. Cuando llegamos a México nos encontramos con una multitud de manifestantes y no vimos en ningún momento gente alineada con escudos. Así, personas diferentes vienen a nuestros conciertos. Si lo miras desde la política de precios, los boletos eran muy caros, y los fans tuvieron que trabajar durante varios meses para venir al concierto. Y aún así lo hicieron... esto se impuso en nuestra conciencia. Por eso aunque el público se comporte como loco debemos aceptarlos. Me alegro de haber ido en esta gira en el sentido de que me puse a pensar en cosas que no había sido capaz de darme cuenta.

—Volviendo de la gira, ¿no sentiste nada especial relacionado a Japón?
Nada sorpresivamente, porque es mi lugar de nacimiento y genera una sensación de paz. Al llegar al aeropuerto de Haneda lo primero que hice fue ir a las máquinas expendedoras (risas). En el extranjero casi no hay así que me sentí en calma con solo mirarlas (risas). Me he quedado con la impresión de que incluso en tales cosas familiares se siente el espíritu patriota.

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